Los turcos nos perseguían por todos los lados para que comprásemos cualquier cosa, puestos en los sitios mas inverosímiles. Hasta nos vendían fotos. Los turistas vamos cargados con nuestras cámaras digitales que hacen miles de fotos.
Pero en la ciudad romana de Pergue, sale un tipo de detrás de las ruinas y no para de hacernos fotos, de esas fotos espontáneas que ninguno de nosotros saca habitualmente. Estamos anclados en sacar posados delante de cualquier paisaje. Y de las fotos espontaneas, cuando haces unas cuantas, alguna de ellas queda bastante bien.
El caso es que al montarnos en el autobús una hora después de la visita, allí estaban las fotos expuestas para que nosotros los incautos turistas picaramos. Yo ni me acerqué, me había echo unas cuantas. Yo ya había comprado (al módico precio de 3 euros) en Göreme una foto de grupo, esta nos la habían llevado al hotel.
No estaba dispuesto a volver a picar. En esto cuando a unos cuantos agraciados del grupo nos pusieron la foto en un plato!! que dibujado con letras horteras decía Pergue- Turkey. Una foto en un plato, esto es lo último..
Debía tener el ego subido, pues unos minutos después tenía en mi poder una foto mía con gafas de sol y sonriente sentado en una piedra (fui consciente que me la hacía y yo le sonreí).
Había caído muy bajo. ¿Y ahora que hago yo con el plato?. Por ahora lo escondido detrás de las piedras en la vitrina de casa. Mirar, mirar no comprar… te decían a cada esquina pero luego, a comprar.
Y me pregunto ¿Hacemos lo mismo nosotros con los turistas extranjeros? ¿Hasta vender fotos a alguien que tiene una cámara con gigabytes de memoria colgada al cuello. ?